El trabajo del meteorólogo es fundamental para la actividad a bordo de los buques.

Cada 11 de julio se celebra en Argentina el día del meteorólogo en conmemoración de la creación del Centro Argentino de Meteorólogos (CAM), asociación que congrega a profesionales meteorólogos de toda la República Argentina.

En las centrales meteorológicas se trabaja con guardia las 24 horas, realizando un seguimiento permanente de las actividades de la Armada y la evolución de los pronósticos en sus áreas de responsabilidad. Se ubican en Buenos Aires, en la Base Aeronaval Almirante Espora y en la Base Aeronaval Río Grande.

En la central de Buenos Aires, además, se encuentra el área de investigación y desarrollo científico. Lo estudiado es fundamental para el trabajo a bordo de buques como el rompehielos ARA “Almirante Irízar” y los oceanográficos ARA “Puerto Deseado” y ARA “Austral”.

Las unidades de asesoramiento (más reducidas y con menos personal) se ocupan de realizar seguimientos y dar un apoyo más acotado. Están ubicadas en las Bases Aeronavales Punta Indio y Almirante Zar; y en las Áreas Navales Atlántica y Austral.

El Servicio Meteorológico de la Armada garantiza una cobertura eficiente de todas las áreas de responsabilidad de la Fuerza. Asimismo, todos los buques cuentan con el instrumental meteorológico necesario para poder medir desde a bordo las condiciones de la atmósfera durante las navegaciones.

Un equipo de meteorólogos embarca durante las diferentes actividades de la Armada: operaciones de la Flota de Mar; en los Viajes de Instrucción de la fragata ARA “Libertad”; en los apoyos a regatas; navegaciones de la Escuadrilla de Ríos; Campañas Antárticas de Verano; y Campañas Sanitarias, entre otras.

El Jefe del Servicio Meteorológico de la Armada, Capitán de Corbeta Álvaro Scardilli, explicó que “en navegación, el equipo recibe los pronósticos por mensaje naval desde las centrales. Se les envían cartas meteorológicas para que analicen y, a través de conexión a internet satelital, pueden descargar las salidas de los modelos numéricos del tiempo”.

“Con esa información, más el instrumental a bordo, el personal puede generar los pronósticos meteorológicos necesarios. Además, se suman receptores de imágenes satelitales que les permiten tener una visión mucho más amplia de cómo son las condiciones en todas las grandes áreas de desplazamiento de los sistemas meteorológicos”, continuó.

Durante los Viajes de Instrucción de la fragata ARA “Libertad”, “el equipo se ocupa de elaborar sus pronósticos a medida que va recorriendo los distintos puertos. Se consulta la información de los servicios meteorológicos del mundo y, además, la central de Buenos Aires le brinda asistencia durante todo el viaje enviando archivos y cartas –meteorológicas–”.

Las coordinaciones para las Campañas Antárticas de Verano son  complejas. La central de Río Grande envía todos los días los pronósticos a las áreas de operaciones donde se encuentran trabajando los meteorólogos. “Se trata de redoblar los esfuerzos”, dijo el Capitán Scardilli.

El personal embarcado puede utilizar las herramientas con las que cuenta a bordo del buque y complementarla con el material recibido. Además, se integra la información glaciológica que se envía desde Buenos Aires para poder analizar mejor el estado de la atmósfera y hielos.

Los trabajos oceanográficos o geológicos, o la actividad en el Continente Blanco, dependen mucho del pronóstico y no podrían realizarse sin un previo conocimiento de la meteorología. Por eso, en la Armada resulta fundamental contar con un Servicio Meteorológico que ayude a la planificación y ejecución de las operaciones navales, para facilitar el cumplimiento de los objetivos.

Fuente: Gaceta Marinera