Este miércoles, el FMI enviará una MISIÓN URGENTE en alarma por la falta de rumbo del plan económico de Luis Caputo, con el objetivo de evaluar la crisis social a la que se enfrenta Javier Milei con el ajuste.
La misión estará integrada por Rodrigo Valdés, director del departamento hemisférico y el subdirector, Luis Cubeddu, acompañados por el Jefe de Misión, Ashvin Ahuja.
En el FMI creen que el plan del ministro de Economía es inconsistente tanto por la vuelta de la inflación, tras la disparada de alimentos de la primera semana de marzo, como por el fin del superávit financiero que Caputo festejó como «histórico» en enero. También observan la baja en la recaudación por la recesión.
La otra premisa de los enviados es la de medir el impacto social de las medidas de Milei, que desde el organismo de Kristalina Georgieva observan con preocupación, en medio de la feroz caída del poder adquisitivo y la pérdida de empleo.
Gita Gopinath, número dos del FMI, le había advertido a Milei a fines de febrero, cuando lo visitó en la Rosada, que debía conseguir el respaldo político y social para bancar el ajuste, que pidió que no impacte en los trabajadores.
El Fondo, sólo veinte días después, decidió enviar una nueva misión, lo que se explica por la preocupación que genera en Washington el devenir del gobierno de Milei.
Gopinath también le había bajado el precio a la dolarización que ahora Caputo acelera, acorralado por los números de marzo. El Banco Central tiene 55 mil millones de dólares en pasivos remunerados que le debe tanto al Estado como a los bancos. Es una deuda que los acreedores querrán cobrar al día siguiente de la eventual dolarización y un monto que no puede pagar el BCRA ni con el ingreso de los 15 mil millones de dólares que Milei ventiló que le pidió al Fondo.
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