Operarios de la guardia de Defensa Civil, en colaboración con bomberos y efectivos policiales, debieron trabajar intensamente para hacerle frente a las consecuencias del viento en la ciudad bahiense.
A los pocos minutos del lunes, la calma de la noche se vio amenazada por fuertes ráfagas de viento, lo que provocó la caída de árboles, ramas y también la voladura de techos en algunos sectores de la ciudad, por lo que los bomberos debieron acudir para evitar mayores destrozos en los barrios.
Según informaron desde el municipio no hubo que lamentar heridos, solo daños materiales.
El mal clima continuará durante la mañana del lunes.
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