Vuoso es un apellido de los característicos del puerto marplatense . Integran una familia numerosa.
Salvador “Tatore” Vuoso es el primero de 8 hermanos
Infopuerto: Cuándo llegaron a Mar del Plata los Vuoso?
Salvador:«mi viejo vino primero de Ischia, Nápoles, con una barra de italianos. Más tarde, al año mandó a llamar a mi mamá, que era su novia desde los 10 años”
Además nos relata que llegaron a Mar del Plata allá por los años 1933 y 1934 buscando emprender una mejor vida lejos del régimen de Mussolini de Italia de esa época
Infopuerto: Dónde nació?
Salvador: Nací en una casa de Irala entre Edison y Acha, el 22 de Febrero de 1937, ahí en el corazón del barrio puerto.
Infopuerto: Siempre vivió por el puerto?
Salvador:Es el barrio donde nací, donde hice todos mis amigos y del que nunca me fui.
Caminé toda la vida estas calles, dice mientras transita por la calle 12 de Octubre, se le ilumina la mirada y nos cuenta por donde se hacían los carnavales:desde Padre Dutto hasta Martinez de Hoz. Y muchos se pusieron de novios acá, además como eramos todos del barrio y amigos, me encontraba con los muchachos en las esquinas o en la banquina, íbamos a jugar a las cartas en el club… al mus, al truco” recuerda.
El fútbol es una de sus grandes pasiones , junto con la vida de mar: la pesca, la banquina, el club….
Infopuerto: Cuando nació su pasión por el fútbol?
Salvador:Desde chico jugábamos con mis hermanos en la cama a las cabezas. Éramos 5 varones y 3 mujeres.
Infopuerto: Cómo llegó a jugar al fútbol en un club?
Salvador: Una de las tantas tardes, mientras jugaba al fútbol en el barrio con amigos, un masajista de Aldosivi me vió como jugaba, le gustó, me llevó al club y me fichó”
Y el masajista no se equivocó porque después de tantos años es uno de sus grandes ídolos. Fue el primer gran ídolo.
Infopuerto: Como fue jugar en Aldosivi?
Salvador:Empecé en el club jugando en tercera división en el ´53 y salimos campeones invictos, muchos equipos abandonaban porque en el primer tiempo les hacíamos de a 7 goles y nosotros nos poníamos a llorar porque queríamos seguir jugando.
A los 16 años debutó en el Tiburón que jugaba en la primera “B” y se quedó hasta 1966,
Infopuerto: Nunca fue a jugar a otro club?
Salvador:….nos mira y dice “siempre me tentaron para ir a jugar a otros clubes, incluso fui en tren a probarme en Buenos Aires pero me volví al puerto” y confiesa «yo no conocía nada más allá de mi barrio. En Mar del Plata iba al centro y me perdía»
«Nací para ser jugador de fútbol. Era gambeteador, le pegaba con las dos piernas. Cuando no agarraba la pelota me retrasaba unos metros»,( su fuerte fue la definición con el pie): «Adentro del área definía con un puntazo. Nunca desde abajo. Siempre en el medio de la pelota»
Y vaya que si definió….marcó casi 400 goles a lo largo de su trayectoria como jugador
Infopuerto: Cuál es su récord?
Salvador:..con orgullo indisimulable nos dice.»…en 14 partidos hice 30 goles, ese es mi récord» y la hinchada cantaba María , Dolores, llegan los goles de Tatore…recuerda y sonríe
Tatore Vuoso: Idolo de Aldosivi
Infopuerto :Ganó mucho dinero siendo jugador de fútbol?
Salvador:No se ganaba dinero. Se jugaba por amor al club, los mismos colores,los rivales entre barrios .Ibamos creciendo junto con los pibes, y compartíamos el amor por la pesca,la pelota… eran otros tiempos…. hoy es otra cosa …
Tatore se asume como un gran pescador
Reconoce tener la “picardía” para detectar adónde están los pescados: «El laburo no le gusta a nadie pero tenía que estar. Yo fui laburador. Y veía el pescado”
Para terminar la charla, nos dice que extraña ir al mar, la rutina de ir caminando hasta las lanchitas amarillas, subirse y mientras se llegaba a la zona de pesca, las charlas, las anécdotas, jugar a las cartas...todo eso , que por su edad no lo puede hacer más lo hace poner melancólico…
La humildad, el trabajo, la pasión por la pesca, por el fútbol son sellos que se consiguen con la perseverancia, la bonomía, el tesón, son distintivos particulares de aquellos que construyeron su historia y dejan mella entre los que los rodean.
Inolvidables los goles que convirtió a lo largo de su trayectoria futbolística, su amor por “el agua” que sigue añorando, la banquina , las lanchitas amarillas, la jugada de cartas mientras se llega al lugar de pesca, las anécdotas que se repiten una y otra vez entre los pescadores, que hacen llevadera esta riesgosa profesión de “pescador”, el puerto tiene en Salvador “Tatore” Vuoso un fiel representante de todo eso….y un reconocimiento a un hombre de tal protagonismo de vida, no es más que una caricia al alma de un grande…que tanto dio con sus goles para hacer felices a una barriada, a una ciudad.
Comentarios