Los puertos argentinos que operan el comercio exterior se encuentran en funcionamiento y con controles sanitarios preventivos, en el contexto del aislamiento obligatorio ante el avance del coronavirus, aunque se observan dificultades en Mar de Plata, reportaron fuentes gubernamentales, empresarias y sindicales.
Durante la última semana algunos de los principales puertos del país frenaron su actividad a raíz de medidas gremiales, en demanda de mejores condiciones de seguridad para los trabajadores del sector, pero el subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación, Leandro Cabrera dijo que todas las terminales «se encuentran ya en funcionamiento y operativas», algunas «con menores rendimientos o con demoras propias de la situación sanitaria que transitamos, pero se está cumpliendo con los protocolos».
El funcionario insistió en que se trabaja con normalidad, «siempre pensando en garantizar la seguridad de la gente y lograr que el comercio no se vea afectado».
«Esto se está llevando a cabo exitosamente con un esfuerzo titánico también por parte de Prefectura y Sanidad de Frontera«, remarcó Cabrera.
Desde la subsecretaría admitieron que «la actividad económica es probable que tenga un impacto recesivo», debido al avance global y continuado del coronavirus «que redujo la actividad en los principales socios comerciales de la Argentina, como Brasil, Estados Unidos y Europa, entre otros, pero no por un menor funcionamiento de nuestros puertos.»
En los últimos días, y con mayor intensidad tras la medida de aislamiento obligatorio dictada por el Gobierno nacional, se desarrollaron conflictos en algunos puertos locales, en los que, por ejemplo, se impidió el ingreso de camioneros y se paralizaron actividades ante el temor por la llegada de buques extranjeros, lo que puso en peligro la capacidad de sostener el nivel de exportaciones.
La Argentina es el principal exportador de aceite y harina de soja y el segundo de maíz a nivel global, por lo cual el comercio exterior es una de las actividades consideradas oficialmente «esenciales» y para la cual se cumplen las medidas de prevención estipuladas en la emergencia sanitaria.
Sin embargo, algunos intendentes de regiones productivas emitieron ordenanzas municipales que impidieron la libre circulación de camiones, como fue el caso de Timbúes, uno de los principales puertos de Rosario junto con los de General San Martín y San Lorenzo, que decidió suspender las actividades en sus terminales cerealeras, lo que afectó el normal desarrollo de la actividad portuaria en el inicio de la cosecha gruesa.
Finalmente se logró un acuerdo con el gobierno de Santa Fe para que los camiones pudieran reiniciar su actividad en la localidad, luego de que el Gobierno nacional dispusiera la instalación de un puesto sanitario y otras medidas preventivas.
En Mar del Plata, con todo, la tensión continúa ya que los gremios rechazan el protocolo del Ministerio de Transporte, así como el propuesto previamente por el Consorcio del puerto, y se frenó la descarga de buques congeladores.
El viernes el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) decidió paralizar la descarga de buques congeladores hasta que finalice el aislamiento obligatorio, y sólo se garantizó la descarga de buques fresqueros con estibadores que se encontraran fuera de los grupos de riesgo.
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