El peso se devaluó más del doble que las otras monedas emergentes; el billete pasó los $30 y luego bajó; los bonos se volvieron a derrumbar y el riesgo país llegó a 700 puntos.
Un verdadero tsunami financiero sacudió ayer el tablero global del mercado, hizo marcar a la tasa de riesgo país un nuevo máximo en 3 años y medio y, además, terminó de hacer trizas la tranquilidad cambiaria que tanto le había costado al Gobierno recrear tras 100 días de corrida contra el peso, al volver a ubicar al dólar en la plaza local por encima de los $30 durante buena parte de la jornada.
El minorista cerró a un $29,80, según el promedio del BCRA, aunque se lo llegó a ofrecer a $30 durante la segunda mitad de la rueda.
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