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Déficit de 80 mil camioneros agrava interrupciones en la cadena de suministro de  EE.UU.

Sector tendrá que contratar a un millón de nuevos conductores en los próximos nueve años para sustituir a los que van a jubilar

Las imágenes de los portacontenedores aguardando en forma masiva por un sitio de atraque en la bahía de San Pedro, frente a los puertos de Los Ángeles y de Long Beach (LA-LB) se ha vuelto una postal característica de la crisis de la cadena de suministro. Los puertos desbordados de contenedores no han mostrado la capacidad suficiente para despejar sus patios ante un flujo de importaciones nunca vista y que ha sido acicateado por los consumidores norteamericanos en el contexto de la pandemia.

Muchos son los factores que se atribuyen a este atasco, entre ellos la falta de capacidad de los terminales, años de atraso en el desarrollo de los procesos automatizados en comparación con los puertos asiáticos. En esta lista, figura un factor que está causando especial interés y que está comprometiendo los esfuerzos por despejar las terminales portuarias: la escasez de conductores de camiones.

El problema es tal que ha impedido a los expedidores pensar en buscar puertos alternativos para evitar el atasco en LA-LB, ya que no resulta razonable contar con un muelle libre que no cuente con los suficientes camiones para poner rumbo a sus destinos a los contenedores. Por otra parte, la implementación de la decisión de que los puertos operen 24/7 en gran medida depende de la disponibilidad de camiones (y por supuesto de sus conductores) para que el plan tenga éxito.

La industria del transporte terrestre mediante camiones en EE.UU. es avaluada actualmente en US$791.700 millones y es responsable de la movilización del 72,5% del total de la carga transportada en EE.UU. y del empleo de cerca del 6% de todos los trabajadores a tiempo completo del país norteamericano. Sin embargo, la escasez de mano de obra y el envejecimiento de la que está disponible, se ha transformado en una nueva amenaza para la cadena logística estadounidense.

Y no es para menos, la escasez de conductores de camiones se estima ahora en 80.000, frente a los 61.000 de hace sólo tres años. El problema no es exclusivo de EE.UU. dado que, por ejemplo, en Chile, se estimó este año un déficit de unos 10.000 conductores (ver nota).

Un reciente estudio realizado por Bob Costello, economista jefe de la American Trucking Associations (ATA) la mayor asociación comercial estadounidense del sector del transporte por carretera, estima que el sector tendrá que contratar a un millón de nuevos conductores en los próximos nueve años para sustituir a los que están en vías de jubilar.

Según Costello son muchos los factores que contribuyen a la falta de conductores, entre ellos la edad demográfica, los problemas para contratar y retener a las mujeres conductoras, la actual pandemia de COVID-19, los test de drogas, las restricciones de edad (los conductores profesionales deben tener 21 años), largo tiempo fuera de casa, bajas remuneraciones y diversos problemas de infraestructura. También se ha citado como causal, de falta de contratación de mano de obra en general (incluyendo conductores de camiones) una serie de pagos de estímulos fiscales, así como el aumento de las prestaciones por desempleo a lo largo de la pandemia.

«Como no hay una sola causa de la escasez de conductores, tampoco hay una sola solución», señala el economista, quien propone que «La solución a la escasez de conductores requerirá con toda seguridad un aumento de la remuneración, cambios normativos y modificaciones en las prácticas empresariales de los propietarios de la carga, receptores y transportistas para mejorar las condiciones de los conductores».

Si bien los conductores suelen ser mal remunerados, de acuerdo con la publicación Smart-trucking  algunas empresas han tratado de mejorar las tarifas, mediante mejores tasas por kilometraje. Desgraciadamente, muchos conductores parecen sentir que no es suficiente para mantenerlos en la carretera. Es un buen primer comienzo, pero aún queda mucho camino por recorrer.

¿Migrantes serían la solución?

Una de las propuestas que actualmente surgen es la Ley Drive SAFE que propiciaría el ingreso a la industria a los jóvenes, mujeres y a las minorías étnicas. «Si abrimos esta carrera -una de las pocas que otorga un camino hacia un estilo de vida de clase media que no requiere un título universitario- podremos poner una mella significativa a la escasez», asegura Costello.

La American Trucking Associations es la mayor asociación comercial nacional del sector del transporte por carretera. A través de una federación de 50 asociaciones estatales de transporte afiliadas y de conferencias y consejos relacionados con el sector, la ATA es la voz de la industria.

La idea no parece descabellada y coincide con la propuesta de Robert Biesterfeld, de la empresa de logística C.H. Robinson Worldwide, quien expuso que una mayor inmigración en EE.UU. podría ayudar a aliviar la escasez de conductores de camiones en todo el país.

Al respecto señaló que «si se observa la demografía de la conducción de camiones, hay una tendencia muy fuerte hacia los inmigrantes» y agregó que «el transporte por carretera es un gran trabajo para las personas que quieren venir a este país, iniciar un negocio y trabajar por sí mismos».

No obstante, se debe notar que algunas empresas contratan a inmigrantes que trabajan por menos dinero y esperan pocos beneficios. Muchos de ellos necesitan el trabajo para quedarse en Norteamérica o tienen otras razones para hacer frente al trato injusto que reciben los camioneros, pero pueden perder el interés por la industria cuando se dan cuenta de que no ganan lo suficiente para vivir decentemente.

Fuente: MundoMarítimo

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