Compañía desarrolló conferencia en la que abogó por los esfuerzos conjuntos del sector en materia de descarbonización

Participantes de toda la cadena de valor marítima fueron parte en la «Conferencia DNV – El combustible del futuro». Con el objetivo de avanzar en la idea de que la colaboración es la clave del éxito en la descarbonización del mundo marítimo, el evento atrajo a más de 6.500 inscritos y reunió a un amplio elenco de armadores, grandes empresas energéticas, financiadores y reguladores que ofrecieron su visión sobre cómo el transporte marítimo puede trazar la ruta óptima hacia el futuro.

De acuerdo con DNV, la descarbonización es el gran desafío de nuestro tiempo, el cual no tiene precedentes por su escala, complejidad y ramificaciones para el mundo. La pregunta fundamental en este sentido durante la conferencia de DNV fue: ¿Cómo las líneas navieras líderes están dejando de lado la competencia para construir un futuro más sostenible para el transporte marítimo?

Al inaugurar el evento, el Presidente y Director General del Grupo DNV, Remi Eriksen, destacó los avances logrados en la reciente cumbre COP26 de Glasgow y los retos que quedan por delante: «Ahora existe un plan explícito para reducir el carbón y eliminar gradualmente las subvenciones que reducen artificialmente el precio de los hidrocarburos, y más de 100 países han acordado un plan para reducir el 30% de las emisiones de metano para 2030. Los nuevos compromisos de reducción neta a cero para mediados de siglo significan que el 90% de la economía mundial ya está cubierta, pero aún quedan grandes desafíos por delante».

Knut Ørbeck-Nilssen, director general de DNV Maritime, subrayó que la descarbonización es una tarea que ningún actor, ni siquiera un sector, puede abordar de forma aislada: «Necesitamos la unión de infraestructuras, energía, tecnología, comprensión, regulaciones y apoyo financiero que sólo es posible cuando todo el mundo se suma y se esfuerza por alcanzar el mismo objetivo. En DNV, nos comprometemos a desempeñar nuestro papel. Nuestro amplio conocimiento, competencias y experiencia en el segmento nos permite actuar como un socio de confianza para permitir el progreso en múltiples campos, pero también para unir a la gente», expuso.

Søren Toft, CEO de MSC, ofreció el punto de vista de los armadores, declarando: «Necesitamos asociaciones con las partes interesadas en el transporte marítimo y en la cadena de valor, incluidos los productores de combustible, los fabricantes de motores y los astilleros. Cuando lo hagamos, aprovecharemos los conocimientos de estos actores, porque no creemos tener todas las respuestas nosotros mismos. Y creemos que el transporte marítimo debe y puede descarbonizarse completamente para 2050. En MSC ya hemos llegado bastante lejos, habiendo reducido nuestras emisiones relativas de C02 en un 44% desde 2008», adujo.

En la sesión de entrevistas, Marthe Lamp Sandvik, vicepresidenta de Ocean Industries en DNB Bank, habló del papel de las finanzas para impulsar la transición energética: «Para ser impactante, la financiación sostenible tiene que ser inclusiva para llevar a todos en la dirección correcta de forma colectiva. Si observamos el sector en la actualidad, tiene muchos activos y un gran potencial de reducción de emisiones. Es importante que haya un equilibrio entre mantener la integridad del producto y mantener la calidad de los datos y de los informes. Es un equilibrio muy importante y no es necesariamente fácil de conseguir».

Durante la mesa redonda, Jan Dieleman, Presidente de Cargill Ocean Transportation y Presidente del Comité Directivo de la Sea Cargo Charter Association, subrayó que es vital llegar a un entendimiento común: «Se vuelve un poco más complicado con los nuevos combustibles y tecnologías, donde al final se trata de una prima ‘verde’ que hay que pagar. Ese es el ámbito en el que nos centramos, por ejemplo, en el marco del Centro Maersk McKinney Moeller para el transporte marítimo de carbono cero y el Foro Marítimo Mundial, pero también estamos hablando con los armadores para ver qué podemos hacer juntos. También estamos trabajando en el establecimiento de las líneas de base para la industria. Creo que es muy importante que todos hablemos el mismo idioma, porque el mundo de las emisiones es muy complejo».

Melissa Williams, vicepresidenta senior de Transporte Marítimo de Shell, explicó el enfoque de colaboración de la petrolera: «Adoptamos un enfoque basado en los clientes, ayudándoles a comprender el cambio potencial del panorama y cómo repercutirá en el futuro del suministro de combustible. También llevamos a cabo un amplio programa de I+D centrado en la reducción del riesgo de los combustibles, estudiando los buques y la infraestructura para llevar el combustible al mercado».

Sveinung Oftedal, Director Especializado del Ministerio noruego de Clima y Medio Ambiente, habló de cómo las colaboraciones se están convirtiendo en contratos: «Vemos que se está pasando de las colaboraciones entre empresas a los contratos entre empresas, y ahí es donde queremos ir. También vemos que las colaboraciones entre gobiernos se están convirtiendo en contratos entre gobiernos, es decir, acuerdos globales y también regionales. El más firme en este momento es el acuerdo regional lanzado por la Comisión Europea, el «EU Fit for 55″. Este cambio continuará».

Knut Ørbeck-Nilssen concluyó: «El sentimiento ha cambiado significativamente en el sector del transporte marítimo, incluso en comparación con hace unos años. Hoy en día no se trata sólo de tener declaraciones firmes para el futuro. Hay una voluntad real de hacer algo por la descarbonización. El Programa Noruego de Transporte Marítimo Ecológico es un buen ejemplo de ello, ya que pone en común asociaciones públicas y privadas y prueba nuevas tecnologías y tipos de combustible. Esto es muy importante, porque cómo vamos a avanzar si no probamos nuevas soluciones y las pilotamos en entornos seguros. Así pues, creo que ahora se está creando un verdadero impulso, pero tenemos que seguir centrándonos en la creación de los próximos pasos, en lugar de centrarnos únicamente en el juego final».