Si la pandemia hubiese ocurrido en 2010 es probable que la actividad económica hubiese sido catastrófica en muchos países
Un nuevo reporte de Transport Intelligence (TI) plantea que el Covid-19 ha ayudado acelerar los procesos de digitalización global y por tanto la adopción de la tecnología en el sector de la logística. Esto, porque los conflictos comerciales y otras perturbaciones generados por la pandemia llevaron a las empresas a examinar su vulnerabilidad.
Es así como en tiempos de crisis la actividad comercial ha podido continuar en gran medida gracias a la ubicuidad de redes de banda ancha, redes móviles que soportan 4G, servicios básicos de comunicación accesibles a través de Internet, servicios en la nube a un coste económico y dispositivos informáticos y de comunicación de bajo coste.
«Si esta pandemia hubiera ocurrido antes de 2010, es probable que la actividad económica se hubiera colapsado en muchos países. En aquel entonces, las tecnologías de comunicaciones y sistemas en evolución eran costosas, plataformas internas inflexibles y dependían de ubicaciones fijas para la producción y la administración», indicó el informe.
Esto también significaba que las empresas fabricantes, que alimentaban las cadenas de suministro extendidas, eran intrínsecamente frágiles a cualquier período prolongado de interrupción de la oferta o la demanda. No obstante, desde entonces la situación ha avanzado hasta convertirse en un flujo de información digital, que puede controlarse desde casi cualquier lugar. «El Covid-19 ha acelerado el impacto de varias tendencias que iban a transformar nuestra forma de vivir y trabajar, comprimiendo los años en meses. Y esta transformación no muestra signos de detenerse», añade el documento.
Agilidad e intercambio de información
Durante este período de incertidumbre, las estructuras de alto coste inherentes a tiendas físicas, planes operativos fiables pero rígidos y las expectativas de los clientes de una entrega directa rápida, dejaron al descubierto a los minoristas incapaces de adaptarse y aceleraron su desaparición. En muchos mercados desarrollados, el sector minorista físico y muchos de sus modelos de negocio subyacentes quedaron prácticamente destruidos. Cabe destacar que por cada operación minorista que fracasa, la red asociada de proveedores de servicios también se ve afectada.
Según TI, los servicios logísticos necesarios para los nuevos modelos de negocio de comercio electrónico ahora dependen de la agilidad y la información impulsadas por la tecnología. Asimismo, los sistemas modernos de información aliados a la avanzada tecnología de las comunicaciones son el sistema nervioso central de las cadenas de suministro. Es importante mencionar que los transportistas puros y sin activos siempre han sido capaces de adaptarse a las necesidades de sus clientes, lo que les ha proporcionado una flexibilidad ventajosa en este período.
De esta forma, la explosión de los vendedores de comercio electrónico exigirá que la capacidad de estos servicios tecnológicos crezca rápidamente. Afortunadamente, gracias a la disponibilidad general de los sistemas de información basados en la nube, esto ya no es una propuesta costosa.
Se proyecta que esta transición hacia el comercio electrónico y la entrega a domicilio o en tienda local será la norma en muchos países a partir de ahora. A medida que crezcan plataformas como Shopify, que permiten a empresas de comercio electrónico establecerse en línea muy rápidamente, evolucionarán para ofrecer los servicios de apoyo que requieran sus clientes. Se prevé que sean estudiadas por los gigantes de la entrega establecidos, ya que pueden convertirse en un tentador objetivo de adquisición o un serio competidor.
Por lo tanto, tiene sentido que estas plataformas exploren la posibilidad de asociarse con proveedores de servicios logísticos locales o regionales, para permitir la más amplia huella geográfica.
Fuente: Mundomaritimo
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