Vaticano: en sus jardines se desarrolló la denominada “Cumbre del Transporte Internacional por el Cambio Climático, Tráfico Humano y Nuevas Tecnologías”, 

En dicha Cumbre se escucharon voces de representantes de todo el mundo quienes aportaron su reflexión acerca de los graves problemas de contaminación en los distintos puntos del planeta y manifestando su colaboración para evitar seguir agravándolo.

Quienes participaron del encuentro representando a la Argentina,  organizado conjuntamente por la Federación Internacional del Transporte y la Pontificia Academia de las Ciencias contaba con la presencia de  Pablo Moyano quien fue uno de sus impulsores.

Jorge Frías, secretario general de la Asociación de Capitanes, leyó un documento referido a la actividad pesquera en la Argentina, poniendo especial énfasis en la  seguridad en la navegación, renovación de la flota, descarte y formación de los capitanes .

Explicando  Frías que “las problemáticas económicas y la escasez de los recursos pesqueros conlleva a que el sector empresario reduzca las inversiones en cuanto al mantenimiento de las flotas y la renovación de las mismas, generando con ello mayor riesgo de siniestralidad”.

Para Frías el retraso en la renovación trae aparejado mayores riesgos de accidentes y pérdida de vidas; y también reconoció que es necesario intervenir sobre la formación de los tripulantes.

En la oportunidad de hacer escuchar la voz de los Capitanes de pesca argentinos criticó el decreto presidencial de hace unos días para la modernización de la flota, advirtiendo que “lo que debería ser urgente, atento al carácter otorgado al propio documento,  prorroga la construcción y renovación de estos buques hasta el 1° de enero de 2040” señaló, constituyendo el decreto una contradicción en sí mismo.

A su vez alertó que “a la hora de legislar no sólo debe pensarse en las vidas perdidas y en las familias de las víctimas, sino también en los trabajadores que actualmente se encuentran desarrollando la actividad”expresó.

También manifestó la preocupación por las toneladas de peces que se descartan cada temporada, que son alrededor de 30 mil y explicó que “son peces muertos arrojados al fondo del mar ya sea por talla o bajo valor comercial. De esta manera, no sólo se altera el ecosistema, sino que también se contamina el lecho marino”, acotó Frías en la Cumbre  del Transporte Internacional por el Cambio Climático, Tráfico Humano y Nuevas Tecnologías.