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La concesión del Minella, una buena noticia para la ciudad

Este jueves el Concejo Deliberante será el encargado de sesionar y votar sobre la concesión del estadio conocido popularmente en la ciudad como “Mundialista” y también el campo de deportes que lo componen -entre otros- el polideportivo “Islas Malvinas”.

La sesión no solo tratará el pliego del único oferente presentado a licitación pública, sino que resulta una posibilidad inmejorable e histórica para poner en valor una de las mayores infraestructuras del país, más aún cuando esta se destaca por la funcionalidad brindada por su locación en el “medio” de una ciudad.

Cabe destacar que “el Mundialista” tiene su mote por haber sido una de las sedes del Mundial 1978, año por y para el cual fue construido, no habiendo sido remodelado adecuadamente desde ese año. Es decir 47 años a la fecha.
Idéntica suerte ha tenido el polideportivo de la ciudad que, desde su construcción para los Juegos Panamericanos de 1995, no tuvo reestructuraciones de significancia, con la salvedad no menor que al ser el polideportivo un lugar “cerrado” no sufre la exposición a la cual se enfrentó el estadio Mundialista.

Dicho esto y habiendo tenido el honor de formar parte del Concejo Deliberante al momento del desarrollo de los Juegos Panamericanos y dirigente deportivo, es que me permito concluir que estás inmensas estructuras fueron realizadas para albergar eventos multitudinarios y para los cuales fueron construidos, Mundial 1978 y Panamericanos 1995, no teniendo el municipio los medios necesarios para afrontar el mantenimiento, refacción y mucho menos remodelación de estas las instalaciones.

Aquí no se trata de cuestionar una administración municipal sino aprovechar una oportunidad, si se me permite, histórica, de poner nuevamente a Mar del Plata en la meca de los eventos deportivos, musicales, culturales, etcétera.

Hemos perdido estos acontecimientos, como los históricos Torneos de Verano que se fueron a otras provincias y ciudades como Salta, Córdoba, San Juan, Santiago del Estero o La Plata.

Estas licitaciones traen in situ inversiones que brindan trabajo directo a los obreros de la construcción y benefician a los propios vecinos de la ciudad, decantando en ofertas laborales a múltiples sectores, tales como, corralones de materiales de construcción, sector gastronómico, hotelería y comercio en general.

El municipio no pudo, no supo o simplemente no vio los beneficios para la ciudad en estos 47 años y hoy luce el emblemático estadio un total abandono. Pero tampoco los privados demostraron interés en realizar inversiones en estas megas estructuras. Ahora apareció una empresa dispuesta a invertir en la construcción y remodelaciones necesarias para tener estadios de primer nivel.

La vuelta del público visitante -autorizada desde este fin de semana- es una medida que beneficiaría en forma directa a los clubes marplatenses y especialmente a Aldosivi, que milita en la primera división de AFA. Con la posibilidad de que las recaudaciones beneficien a los clubes que apuestan por la ciudad, a partir de la llegada de los simpatizantes de Boca, River, Racing e Independiente. entre otros. Todos sabemos lo que movilizan estas instituciones. Jugar con Boca o River, que traen más de 20.000 personas, genera un flujo de divisas no solo al club de nuestra ciudad, sino también a la gastronomía y hotelería marplatense.

Hoy no se puede ver el beneficio de esta medida por las condiciones en las que está el estadio municipal. Seguramente no se puedan habilitar más de 5.000 visitantes.

Un despropósito.En síntesis, Mar del Plata necesita aprobar la concesión para la construcción, remodelación, mantenimiento y explotación del estadio José María Minella y el denominado campo de deportes. Por la simple razón de estar imposibilitado de afrontar tal inversión. Inversión que sí realizará el oferente, generando trabajo para el sector gastronómico, turístico y de la construcción, entre otros.

Daniel Sosa (Ex concejal)

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