El último informe de Panorama Productivo elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) indica que la recuperación industrial argentina fue en los últimos meses más profunda que la de la mayoría de las grandes naciones manufactureras y la de los principales países de la región
La industria argentina creció 5,1% en el primer cuatrimestre de 2021 contra mismo período de 2019 y superó a países que lograron crecimiento como Brasil (+1,8%), Chile (+1,4%), España (-4,2%) y Francia (-6,5%). Además, a pesar de la segunda ola de COVID-19 y del aumento de las restricciones durante mayo, la actividad productiva se mantuvo estable y, según el consumo de energía, en mayo de 2021 la industria operó 4,7% por encima del promedio de 2019 y extendió el crecimiento durante las primeras semanas de junio.
Así se desprende del último informe de Panorama Productivo elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) que indica que la recuperación industrial argentina fue en los últimos meses más profunda que la de la mayoría de las grandes naciones manufactureras y la de los principales países de la región.
En el acumulado enero-abril, la industria argentina creció 5,1% contra mismo período de 2019, cifra mayor a la de países como Brasil (+1,8%), Chile (+1,4%), España (-4,2%), Francia (-6,5%), Italia (-1,3%), India (-0,3%), México (-2,4%), Alemania (-6,9%), Estados Unidos (-2,3%) y Japón (-4,9%). En tanto, China sobresalió por la espectacularidad de su crecimiento industrial (+15,0%).
En otro orden, el informe señala que mayo fue un mes crítico en materia sanitaria, lo que implicó la ampliación de medidas restrictivas de la circulación, particularmente en la última semana del mes. Pero a pesar de ello, y a diferencia de lo ocurrido en la primera ola, en donde casi todos los indicadores productivos registraron retrocesos profundos, la actividad productiva se mantuvo relativamente estable.
De acuerdo al consumo de energía en las plantas industriales a partir de datos de CAMMESA, en mayo de 2021 la industria operó 4,7% por encima del promedio de 2019. Comparado contra mayo de 2019 y 2020, la mejora fue respectivamente del 2,3% y del 35,4% (vale aclarar que mayo de 2021 tuvo tres días hábiles menos que mayo de 2019). En tanto, en lo que va de junio la industria ha estado operando por encima de junio de 2019 (en una magnitud que dependiendo el día ha oscilado entre el 0,6% y el 3,8%).
Sin embargo, se indica que el desempeño sectorial de mayo respecto a abril fue dispar, y más de la mitad de los sectores retrajo levemente el nivel de consumo energético en términos desestacionalizados. A pesar de ello, la mayoría (9 de 13) siguió trabajando por encima del promedio de 2019.
Mayo fue un buen mes para la industria automotriz, que se recuperó tras el traspié de abril (cuando hubo paradas de planta y brotes de contagios en algunas de las terminales principales que obligaron a suspender turnos de producción) y en la cual el consumo de energía desestacionalizado fue 11,9% superior al del promedio de 2019. En mayo se produjeron 34.953 vehículos, lo que constituye la mejor marca desde fines de 2018 (con la excepción de marzo de este año, en que la cifra fue de 43.160 unidades).
La comparativa internacional a nivel sectorial permite ver que de 11 sectores de 11 países analizados, el desempeño argentino fue mejor al del promedio en 9. Por ejemplo, la producción de alimentos, bebidas y tabaco de Argentina creció 8,1% en lo que va de 2021 respecto al mismo período de 2019, cifra mayor a la del resto de los países mencionados. El alza del sector de maquinarias y equipos tuvo una expansión acumulada de 28,4% respecto a 2019, muy por encima del resto de los países (le sigue Brasil con +11,8%). También destaca la performance del sector automotriz (+5,9% respecto a 2019), que en Argentina fue el único de los 11 países analizados que se expandió contra los niveles prepandemia.
En el resto de los sectores, Argentina en general estuvo de mitad de tabla para arriba: en textiles, indumentaria y cuero (que cayó en todos los países analizados), la contracción local fue la más moderada detrás de la brasileña y la estadounidense. En el sector de madera, papel e impresión, Argentina fue, junto con Brasil, el único que creció. En la rama farmacéutica creció 8,8%, por debajo de Chile, España y Francia y por encima de los siete restantes.
En cuanto a las razones posibles detrás de este comportamiento de la industria argentina, el informe del CEP XXI conjetura que la baja de tasas de interés del BCRA más la mejora del acceso al crédito de empresas industriales (a través de garantías públicas del FOGAR y subsidios de tasa del FONDEP, por ejemplo) y una mejora en las compras de los consumidores (vía el programa Ahora12 u otras líneas de financiamiento, como las de maquinaria agropecuaria). En segundo orden, se ubica el cambio en la orientación de la política industrial ha incentivado la producción local de bienes -particularmente, finales-.
El informe del CEP XXI también se refiere a la mejora en las exportaciones, ayudadas por la suba de los precios internacionales y por la recuperación económica de los socios comerciales argentinos, igualaron en el primer cuatrimestre de 2021 la marca del último cuatrimestre de 2019 y alcanzaron el mayor valor desde 2014. Según datos preliminares en base a Aduana, en los primeros cinco meses de 2021 las exportaciones desestacionalizadas superaron en 3.267 millones de dólares las del mismo período de 2019, lo que equivale a un alza del 12,9% en términos relativos.
Las importaciones también registraron una importante recuperación en los últimos meses, y superaron los registros de 2019. En los primeros cuatro meses de 2021, las importaciones mensuales desestacionalizadas superaron en un 14,9% a las registradas en el promedio de 2019. Una tendencia similar se registró en las importaciones desestacionalizadas de bienes de capital (que son un proxy de la inversión). La composición de las importaciones también cambió: ganaron peso los bienes intermedios (utilizados por la industria local como insumos para ser transformados) y los bienes de capital en desmedro de bienes finales como los de consumo o los vehículos de pasajeros.
Las suba de las importaciones, particularmente las de bienes intermedios y las de bienes de capital, guardan correlación con el ciclo industrial. Así, en la medida en que la industria crezca más que el resto de los sectores, es dable esperar una recuperación rápida de las compras externas.
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