El ingeniero naval Jorge Tarnovsky, asesor del CESMAr, brindó mayores detalles acerca de la posición adoptada por Capitanes de Pesca respecto del proyecto de “Campaña de Adquisición Sísmica Offshore Argentina; Cuenca Argentina Norte”, es que se observa que en el estudio presentado por la firma no cuenta con datos actualizados, y además interfiere con las distintas especies que habitan en nuestro mar.
El ing. Jorge Tarnovsky describe los motivos esgrimidos por la Asociación de Capitanes de Pesca y el CESMAr en el pedido que hiciera para suspender las prospecciones sísmicas en la Cuenca Argentina Norte. Ante la posibilidad de participar de la Audiencia pública, el Consejo Asesor del CESMAr, integrado por especialistas en las áreas naval, legal, y científica ambiental; y a través de investigaciones hemos concluido que tal como está presentado el estudio de impacto ambiental por la firma Equinor no sería viable, y por ello pedimos la suspensión de las prospecciones. Está la posibilidad de grandes impactos que puedan generarse en el ecosistema de nuestro mar, afirma.
El proceso de para la extracción de petróleo, gas y eventualmente minería, en los fondos marinos tiene tres etapas, la primera es de prospección. En 2018, el gobierno argentino asignó áreas a distintas empresas para que sean prospectadas o investigadas. A partir de ese momento, de existir petróleo en la zona evaluada comienza una etapa de perforación y luego la etapa de extracción.
Básicamente, la etapa de prospección se realiza a través de un buque madre que genera impacto sonoro a través de una fuente muy potente de aire comprimido, se emiten ondas que van a profundidad hasta chocar con el fondo marino, estas ondas regresan a la superficie y son captadas por equipos sonoros y con los datos obtenidos se generan las factibilidades de los fondos y las posibilidades de obtención de petróleo o gas. En ese sentido, Tarnovsky explica que estas prácticas son muy invasivas, prácticamente son explosiones muy importantes que generan directamente consecuencias tanto en mamíferos como aves marinas, y fundamentalmente en la flora y fauna submarina, sobre todo en larvas y zonas de desove.
Mediante este sistema las empresas determinan si el área es factible la explotación del yacimiento, de ser afirmativo se trasladan e instalan las plataformas de perforación para después instalar las plataformas extractivas y completar el ciclo. Todo esto tiene una situación de contaminación que nosotros observamos en el estudio presentado por la firma que no cuenta con datos actualizados, y además interfiere con las distintas especies que habitan en nuestro mar.
O sea que ellos plantean una actividad temporal de unos cinco o seis meses pero en realidad esta situación vería afectada las distintas posibilidades de recría, desove y reproducción de las distintas especies, ya que en el Mar Argentino contamos especies de temporadas de todo el año, por lo cual en cualquier momento que se realice la actividad provocaría daño sobre alguna especie, tal como lo ocurrido en Caleta Olivia en 2009, cuando una compañía petrolera realizó una prospección sísmica provocando que por unos dieciocho meses la pesca artesanal se quedara sin posibilidades de captura de merluza.
Respecto de la Audiencia Pública, el ingeniero Tarnovsky destacó la gran participación e interés que tuvo la población argentina, sea desde el sector empresario y gremial pesquero, del área naval, del turismo, organizaciones ambientalistas y ecologistas, y ciudadanos independientes.
En la audiencia, se realizó una presentación del estudio ambiental de la empresa que va a realizar los trabajos. Al igual que otros sectores, sostenemos que esto debe estar cumplido por organismos de orden nacional que participen del análisis de este estudio. Es un riesgo demasiado grande y afecta demasiadas actividades para permitir que una empresa se incorpore con un estudio de parte, que no es un estudio avalado por el Estado Nacional, eso es lo que la Asociación que encabeza el Cap. Jorge Frías, y el CESMAr solicitan, que sean suspendidas las actuaciones hasta que se genere con datos actualizados y reportes con rigor científico la posibilidad o la capacidad que tienen ciertas empresas con la afectación que va a tener sobre todo el ecosistema.
En la actividad pesquera tenemos normativas de orden internacional, nacional y provincial, para ejecutar las tareas de pesca: reglamentaciones sobre la seguridad de la vida humana en el mar, de las vedas que se imponen, de los alejamientos de puerto, es decir que estamos altamente regulados, y gracias a eso se ha mantenido el caladero con posibilidades productivas, una situación externa de este tipo generaría una alteración de todo este caudal productivo con el efecto dominó que provocaría en la industria en tierra, la comercialización, y demás concatenantes con la industria pesquera.
En Australia, esta semana se registró una explosión en una plataforma extractiva que generó contaminación y pérdida de fauna. Días atrás hubo un escape de gas en una plataforma instalada en el Golfo de México. Las actividades propias de las plataformas a través de sus aditivos y evacuaciones de líquidos refrigerantes y demás, generan monitoreos que preocupan a la renovación de las especies. Pero en otros países no existe la cantidad y calidad de peces como hay en nuestro caladero, que gracias a la regulación y legislación argentina se encuentra en situación de conservación y renovación; por lo que una invasión de este tipo contaminante en nuestras aguas generaría alteraciones que repercutirían en toda la actividad.
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