Tras una audiencia de cuatro horas realizada en la tarde del lunes no hubo acuerdo y, de momento, sigue paralizada la zafra de langostino en el país.
El conflicto recrudeció en los últimos días, cuando la parte empresarial reclamó por los altos costos que demanda la pesca de langostino en la actualidad y la abrupta caída del rendimiento de la actividad. Entre los pedidos, los empresarios pidieron una rebaja del 30% del salario de los marineros, aduciendo el convenio colectivo de trabajo quedó obsoleto y fue establecido en base a otras condiciones del mercado.
En la reunión de este lunes, pese a insistir por ese reclamo, las cámaras empresariales se encontraron con el firme rechazo de los representantes de los trabajadores.
Los gremios estuvieron representados en la audiciencia por Oscar Bravo, secretario del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y Pablo Trueba, secretario general del Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE). Además participaron dirigentes del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo; de la Asociación de Capitanes Pilotos y Patrones de Pesca; y del Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (Siconara).
Por la parte empresarial asistieron la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores (CAPECA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP).
En Mar del Plata y el resto de los puertos del sur del país son 113 los barcos congeladores que se encuentran amarrados a la espera de una solución para este conflicto.
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