Ante el temor de que el gobierno no pueda resolver la batalla para contener la inflación y volver a la normalidad económica, que  provoca el alza  de los rendimientos de los bonos al nivel más elevado desde la última vez que el país estuvo en incumplimiento, y junto con ello se verían afectados todos los proyectos enlazados a Vaca Muerta, entre los que se encuentra el puerto de Bahía Blanca como actor logístico,  esencial en el desarrollo de este mega yacimiento.

Dicho escenario bloquea el ánimo de los inversionistas petroleros y relega la oportunidad de que Argentina explote  de manera contundente uno de los mejores y más grandes yacimientos de shale del mundo, según lo explicó el  secretario de Energía, Gustavo Lopetegui.

«Con los rendimientos que tienen hoy los bonos argentinos, es muy difícil justificar cualquier proyecto, incluso si la calidad del recurso es muy buena», dijo Lopetegui.

La calidad de la roca en Vaca Muerta, una formación extensísima en la Patagonia, es muy valorada en toda la industria. Luego de analizarlos, los ingenieros quedaron impresionados por los pozos más largos, con secciones horizontales de cuatro kilómetros. Pero no es suficiente para mitigar el costo que origina su extracción.

El Puerto Bahía Blanca decidió ser un actor logístico que facilite el desarrollo de Vaca Muerta. En este sentido, se apostó a impulsar y ejecutar un proceso de expansión territorial y logístico que permita potenciar y consolidar a nuestro puerto en la entrada de insumos y la salida de la producción proveniente del yacimiento, pero dicha proyección se encuentra, al menos por ahora, supeditada a la crisis económica del país.

Lopetegui sostuvo que  se está poniendo en peligro el objetivo del gobierno que apunta a un crecimiento anual de la inversión en shale comprendido entre 10 y 15 por ciento. El gasto no fue en absoluto insignificante el año pasado, ya que los perforadores inyectaron más de US$4.000 millones.

El potencial que todo el sector cree que tiene Vaca Muerta, aportaría lo necesario para solucionar el problema del gas interno, a mediados del año anterior anunciaron que lo ideal sería construir un gasoducto troncal nuevo  para abastecer al mercado interno, que puede hacerse en dos etapas»,  habían precisado funcionarios de la Secretaría de Energía, en su momento.

Ahora todo lo proyectado se encuentra en un segundo plano, lo primordial hoy es que las petroleras se dispongan a invertir pero en el contexto actual de la economía y los mercados no es atrayente para ninguna empresa.

En este caso el puerto de Bahía Blanca se estaría perjudicando debido a que las obras necesarias para adecuar la infraestructura existente se están demorando por la mencionada falta de inversión.

Argentina compra GNL para satisfacer la alta demanda en los meses de invierno. Pero si los planes de crecimiento para Vaca Muerta resultan, se dejará de importar y para la distribución del mismo es fundamental el puerto bahiense.