La Terminal de Cruceros Quinquela Martín fue acondicionada para funcionar como puesto sanitario y centro de testeos masivos por parte de la Ciudad de Buenos Aires para la población vulnerable y de mayor exposición al virus: la comunidad de la Villa 31. Los testeos comenzarán este martes 26 de mayo.

“Fue un pedido del presidente Alberto Fernández para poder asistir al Gobierno de la Ciudad y agradecemos a Terminales Río de la Plata que haya cedido el espacio”, señaló el ministro de Transporte, Mario Meoni, en una recorrida realizada días atrás.

La Villa 31 es el barrio porteño con mayor cantidad de infectados: son más de 1400 casos dentro de los 6600 positivos que tiene la Ciudad de Buenos Aires. Muchos de sus habitantes, por su proximidad, se desempeñan en el Puerto Buenos Aires.

“Por la situación de marginalidad y los barrios en los que vive el 60% de los trabajadores tercerizados del puerto, están más seguros trabajando en las terminales que en sus casas”explicó un  dirigente del gremio portuario.

Desde la operadora portuaria Bactssa anticiparon que realizarán el test de diagnóstico Covid-19 a todos los trabajadores. “Daremos inicio a la medida a la mayor brevedad, en función de la disponibilidad de los mismos por parte de las autoridades sanitarias y proveedores de salud que brindan dicho servicio. Sabemos que estamos atravesando una crisis sanitaria a nivel general y queremos también expresar nuestro compromiso en el uso responsable de estos recursos sanitarios y de salud, pero también sabemos que debemos llevar tranquilidad a nuestros trabajadores y a la comunidad portuaria, a fin de garantizar la continuidad en la cadena de suministro, tan importante para la economía de nuestro país”, subrayaron en el comunicado que en el final observa que  no se debe olvidar «en ningún instante que todos estos esfuerzos no tendrán utilidad si no se respetan las premisas preventivas más importantes, que son usar tapabocas, lavarse continuamente las manos, y mantener la distancia social, tanto en el ámbito laboral como en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas, ya que de esta manera estaremos protegiéndonos a nosotros mismos, a nuestras familias y a nuestra comunidad”.

Si bien las terminales portuarias extreman las medidas de seguridad por mandatos de sus casas matrices y por las imposiciones del Comité de Crisis, la realidad es que el virus puede manifestarse varios días después de haber ingresado en el organismo de una persona: sin síntomas como la fiebre, la persona infectada pudo haber seguido trabajando normalmente.

En la comunidad portuaria trascendió que uno de los gremios con mayor cantidad de trabajadores, el SUPA (Sindicato Unidos Portuarios Argentinos), de estibadores precisamente, violó la cuarentena para realizar una asamblea de emergencia semanas atrás cuando se decidía la situación del Puerto Buenos Aires (vencimiento y prórroga de las concesiones), lo que motivó una denuncia ante la Administración General de Puertos (AGP).

“A partir del aumento de los testeos que se realizarán a los trabajadores de las terminales, por un lado, y a los habitantes pertenecientes a grupos de riesgo de la Villa 31 en la terminal de cruceros, muchos de los cuales trabajan en las terminales, vamos a ver más casos positivos. Pero la actividad portuaria y el comercio exterior sigue sin interrupciones”, manifestaron desde una de las terminales del Puerto Buenos Aires.