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Conflicto en Santa Fe por el cierre de las exportaciones de pescado de río

El cierre para la exportación pesquera dispuesto la semana pasada por el gobierno santafesino generó el rechazo de varios representantes de la Asociación de Pescadores, quienes rechazaron haber firmado un acta acuerdo como aseguraron desde la provincia.

“Nosotros fuimos convocados ayer a la tarde, cuando ya circulaban muchos mensajes y declaraciones del gobierno y de los frigoríficos. Se dice que las instituciones firmamos un acta a cambio de dinero para avalar el cierre de la exportación, pero eso es falso. Nuestra institución fue la única que estuvo presente en la última reunión del Consejo Provincial Pesquero y nos opusimos a esa medida”, aclaró Jesús Pérez, presidente de la Asociación de Pescadores de Santa Fe, según publicó el diario Uno.

“Antes de tomar una medida así, hay que resolver qué va a pasar con las fuentes de trabajo. Los frigoríficos ya cerraron sus puertas a partir de hoy, aunque la resolución entra en vigencia recién el 3 de diciembre. Eso deja sin ingresos a muchas familias de las comunidades ribereñas”, agregó el dirigente.

Desde el sector de los pescadores pidieron que las autoridades provinciales convoquen a una mesa conjunta donde participen todas las organizaciones del sector, tanto asociaciones y cooperativas como los pescadores independientes.

La tensión entre los trabajadores del río y el gobierno provincial crece en el marco de la resolución que suspende la exportación de pescado capturado en aguas santafesinas, medida que —según advierten los pescadores— amenaza la subsistencia de cientos de familias ribereñas.

El gobierno provincial suspendió por un año el acopio de pescado de río -y de sus afluentes- con destino a exportación. La decisión no prohíbe la pesca ni afecta a la comercialización de peces provenientes de criaderos, pero marca un punto de inflexión para el manejo sostenible de los recursos del Paraná.

Según aseguran desde la gobernación, la resolución responde a un contexto ambiental crítico. Los estudios más recientes del Proyecto Ebipes -que integran Nación, provincias, universidades y la Prefectura Naval- revelan una drástica caída en los niveles hidrométricos y en la población de sábalos con capacidad reproductiva: solo 6 de cada 100 ejemplares están en condiciones de reproducirse. Este dato resulta inquietante, ya que el sábalo es la base de la cadena alimentaria del río Paraná y una de las principales especies destinadas a consumo interno y exportación.

La situación crítica del sábalo se origina por múltiples factores: la bajante prolongada del río Paraná, las bajas temperaturas y la intensa presión pesquera, afirman desde la provincia.

Los niveles actuales del cauce generan una desconexión entre el río y las lagunas de desove, lo que dificulta la reproducción natural. A esto se suma la captura de ejemplares adultos -los únicos con capacidad reproductiva-, lo que agrava aún más el panorama.

El sábalo, que se alimenta de sedimentos y materia orgánica del fondo del río, es también alimento esencial para especies como el dorado y el surubí. Por eso, su disminución impacta no solo en el ecosistema, sino también en la economía regional y en el consumo interno, ya que abastece a pescadores artesanales, frigoríficos y mercados locales.

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