El desempleo subió a 10,1% en el primer trimestre de 2019 y regresó así a los dos dígitos tras casi 13 años, según informó el Indec.

Esta cifra se refleja claramente en los alrededores de los puertos pesqueros, donde salvo en el sur argentino, por el auge de la captura del langostino, la caída del empleo supera altamente éste índice donde cada año que va  pasando es peor, con más gente en la calle o cobrando el garantizado.

Un dato alarmante es el salto interanual: un punto porcentual. Los índices del organismo estadístico muestran que la cantidad desocupados se incrementó en el último años en 155 mil.

Pero el  alcance representativo del informe representa sólo al 62% de la población del país, ese número extendido al total de habitantes da una cifra cercana a los 250 mil nuevos desempleados.

Un indicador que refleja el deterioro en las condiciones laborales es el que mide la presión sobre el mercado de trabajo. Saltó 4 puntos del 29,9% a 33,9%. Este índice suma la cantidad de desempleados, la de ocupados demandantes de nuevos ingresos y de subocupados demandantes.

El consumo privado cayó un 10,5%. y está asociado con la pérdida en el poder adquisitivo de los salarios, con la falta de crédito y con una inflación del los primeros cuatro meses del 2019.

En un informe de avance del nivel de actividad señalan  que “la estimación provisoria del producto interno bruto (PIB), en el primer trimestre de 2019, muestra una caída de 5,8% con relación al mismo período del año anterior«. Es una caída de 2% con respecto al último trimestre del año pasado y es el peor arranque en los últimos 8 años.