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Dos veteranos de Malvinas, un argentino y un británico, son candidatos al Nobel de la Paz

Julio Aro y Geoffrey Cardozo impulsaron la identificación de los cuerpos de los soldados «solo conocidos por Dios». Lograron reconocer a 115 de 122 combatientes y organizaron viajes al cementerio de Darwin para los padres.

Julio Aro es marplatense y combatiente de la Guerra Malvinas y fue nominado candidato al Premio Nobel de la Paz de 2021 junto al coronel británico y veterano del mismo conflicto, Geoffrey Cardozo. La postulación fue realizada por la Universidad de Mar del Plata.

A pesar de haber estado en diferentes bandos en 1982, ambos trabajaron juntos e impulsaron el Plan Proyecto Humanitario Malvinas para conocer la identidad de los 122 soldados «solo conocido por Dios» enterrados en el cementerio de Darwin en las Islas Malvinas. «Hay 115 ya identificadas. Nos faltan solo 7 compañeros para identificar. Estamos esa misión de buscar a los familiares porque no queremos dejar a nadie atrás», declaró Aro.

Y agregó: «Nosotros somos un eslabón de esta cadena. Los más importantes son las familias que creyeron y confirmaron en este proyecto».

Además, Aro organizó varios viajes a las islas para que los padres de los soldados fallecidos puedan visitar y dar un último adiós a sus hijos.

Sobre la nominación, el excombatiente dijo: «Estamos muy contentos. Estamos como pisando una nube por toda esta movida que se armó y por los cientos de mensajes que tengo responder. Muchos de las mamás (de combatientes) están orgullosas y felices. Nos sientes como sus hijos».

Aro mantiene una comunicación fluida con Cardozo. El veterano argentino comentó que su par británico estaba contento porque fue nombrado Comendador de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (CBE), un reconocimiento importante por su labor en el proyecto.

El origen del proyecto

«Soy un veterano de Malvinas. Tuve que enterrar en el último día de la guerra a unos compañeros. Regresé. Me casé. Me separé. Tuve inconvenientes personales. Pero siempre quise buscar a ese Julio que dejé en el 82», declaró Aro.

En 2008, el marplatense viajó a las Islas Malvinas. Allí visitó el cementerio de Darwin, donde están enterrados los soldados argentinos caídos, y le impactó la cantidad de placas con la inscripción «Soldado Argentino solo conocido por Dios», es decir, compañeros de él que no habían sido identificados.

En octubre del mismo año, Aro fue invitado a Londres a una reunión con combatientes argentinos y británicos con el objetivo de conocer cómo allá se trataba el estrés post traumático causado por la guerra. Allí, el veterano argentino relató su experiencia en su retorno a las islas y su dolor de las tumbas con soldados sin identidad. Geoffrey Cardozo estaba escuchando atentamente.

«En el último día, después de unas cervezas de más, él me da un sobre muy importante. Ese sobre era la localización de los cuerpos de mis compañeros en Malvinas», relató Aro. El sobre contenía fotos, coordenadas y nombres de los soldados. En 1982, Cardozo había recibido la orden de sepultar a los soldados argentinos.

Con este intercambio, surgió el Plan Proyecto Humanitario Malvinas. Junto con la Cruz Roja Internacional y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se inició el plan de reconocimiento de los soldados caídos.

Con todo el camino recorrido, Aro reflexionó: «Llevo 10 viajes a las Islas y nunca pude encontrar al Julio del 82. Nunca lo pude encontrar pero pude traer pedacitos de él».

El veterano sigue activo y realiza múltiples actividades a través de la Fundación No Me Olvides que él mismo creó.

 

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