Dicen los Sindicatos y Empresarios nacionales de San Nicolas y zona, que las decisiones políticas que toma Ignacio Matteucci en el Puerto de San Nicolás, son demasiadas económicas para un sector y comenzaron a afectar el funcionamiento de la terminal portuaria,  operando en contra de un puerto limpio, ordenado, y sin preferencias, y va en contramano con los  trabajadores y empresarios que quieren hacer las cosas bien.

Matteucci tomó la decisión y comunicó vía memorandun que de ahora en más, otorga la preferencia y exclusividad de atraques a buques que transporten granel líquido (industria química-metamol y benzol),   agrícola (aceites vegetales y alcohol)  energética (combustibles y aceites minerales), debiendo atenderse en todos los casos la totalidad de las bodegas desde el inicio de la actividad hasta su finalización.

Dicen por esas tierras que nada es casual y por el contrario es habitual, y que preparan el terreno para el Consorcio de Gestión, el fantástico negocio del que gozará sin dudas de una jugosa parte.
Es importante dar a conocer a la opinión pública que las operaciones portuarias no son exclusivas de importadores líquidos, porque las restantes operaciones en el puerto representan más del 90% de las cargas que se operan y que son las que ocupan la mayor parte de la mano de obra.

Los sindicatos aseguran que tal decisión es contraria a la generación de empleo, al desarrollo económico de la ciudad y a las empresas nacionales que importan materias primas para elaborar productos que compiten directamente con el producto liquido que Mateucci  beneficia.

La carga solida genera mas de 800 puestos de trabajo permanente directa y mas de 2.000 en forma indirecta, ademas retribuye al Puerto en “tasas” 4 veces a 1, contra la carga liquida que tan solo emplea unas 60 personas.
Tal favor es exclusivo a dos terminales portuarias y cuatro importadores de líquidos. En tal sentido las Multinacionales Profertil, COFCO, Bunge e YPF habrían firmado una nota al delegado administrador solicitando tal prioridad y exclusividad de giro de buques en beneficio propio y perjuicio de mas otras 25 empresas locales y multinacionales. El delegado ha emitido resolución en tiempo express para adoptar esta medida.
El Dr. Mateucci no entender de eficiencia, ni de razonabilidad, ni de costos. Sólo atiende las razones del amparo político del Ministro Tizado y empresarios con ambiciones que parecen no tener techo.

El Administrador del Puerto de San Nicolás parece ser que solamente es funcional a pocos en desmedro de la mayoría que genera  sospecha sobre su accionar. Con ésta decisión no hace más que transformar un puesto administrativo clave en una suerte de sillón de algunos vivos,  pero que no beneficia ni reduce costos operativos en el Puerto.