Por Daniel Sosa ( ex concejal de Mar del Plata)
Como peronista, me es difícil de aceptar que algunas estructuras políticas (que a base de cargos compró Montenegro) interfieran en la interna del partido y hasta estén integrando la lista de Manino Iriart.
Funcionarios actuales municipales, militantes del PRO marplatense, comandados por un funcionario con alto cargo y del riñón de Montenegro (que responde a Picheto), juegan abiertamente y buscan ayudar para poder dividir al peronismo local.
Encontraron a quienes le son funcionales y les abrieron las puertas de la interna (los mismos que le ponían carteles de alabanza y le armaban actos a Manuel Mosca ex Presidente de la Cámara de Vidal.)
Montenegro puso a disposición la estructura de afiliados peronistas afines a Pichetto, financia locales en Batán y contratando vehículos que pagarán $ 10.000 pesos por auto para ir a buscar afiliados el día de la votación.
El PRO, como nunca antes, se involucra vilmente en una campaña de otro Partido y como nunca antes los “compañeros” instauran una campaña tan vil y baja contra otros compañeros.
Pero lo peor es que los propios “peronistas” hacen cualquier cosa, incluso ser socios del PRO, aunque en realidad este arreglo viene de la época que el diputado “peronista” le votaba todo a la ex Gobernadora Vidal, incluso los desmesurados endeudamientos que hizo la provincia.
En los últimos días salió a hacer declaraciones la esposa de Manino, la “diputada”, que estuvo en silencio en el tiempo que lleva de legisladora, pero en vez de criticar la desgestión de Montenegro enarbola una forzada bandera de Perón y pide memoria, pero no le molesta usar la estructura de Montenegro y el Pro (al que en su rol político de legisladora opositora debería criticarlo enfáticamente todos los días, preguntarle por la licitación del transporte, las foto-multas, la desidia de toda la ciudad, por el estado de la salud, el estado del estadio mundialista, etc… que para eso la votamos los peronistas).
Que raro, ahora pide memoria pero se olvida, o es muy desmemoriada, que justamente critica a los mismos que “sorpresivamente” la hicieron diputada hace poco más de 2 años y a su marido funcionario del correo. Ahí no le
importó compartir lista con La Cámpora o todos los Kichneristas.
Es muy claro que Montenegro sabe que en el 2019 ganó por solamente 2 puntos y como nunca el peronismo local tuvo posibilidades de asumir la Intendencia. También sabe que su gestión no se puede mantener otros dos años con demagogia y show mediático.
En el séptimo año de gobierno del PRO en Mar del Plata y con el 80% de los funcionarios de Arroyo, tiene que tratar de esconder su paupérrima gestión y encontró dirigentes funcionales para meterse en la interna del partido
opositor, que puede arrebatarle la Intendencia.
Estos dirigentes, no contentos con usar la estructura del PRO y militar codo a codo con la gente de Picheto y Montenegro, salen a hacer campaña sucia con pintadas, demonizando a compañeros como hacen algunos medios nacionales y lo más recalcitrante de la derecha.
Se la acomodamos un poco para que recuerden que el peronismo es más que una ONG y un rejunte de afiliados que ahora militan para el macrismo.
LOS PERONISTAS NO VOTAMOS AL PRO, NO VOTAMOS A PICHETO, y POR ENDE, NO VOTAMOS A MANINO.
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