La Permisionaria de la Estación de Portacontenedores de la que dependen muchos trabajadores se cansó de Martín Merlini y presentó un recurso de amparo.
La decisión de MSC – Naviera de portacontenedores – de interrumpir la escala en Mar del Plata ante la necesidad de la compañía de cambiar de buque por uno que tenga grúa, hizo que sonaran las alarmas de alerta en la ciudad, y lógicamente que comenzaran a buscar culpables, sobre todo el principal actor y único culpable: el Presidente del Consorcio.
Martín Merlini, el ya considerado en todo el Puerto de inoperante, de caprichoso y ya se habla mucho de corrupción (expuesto su accionar en varios hechos «llamativos» y que algunos están estudiando, incluso ya tiene denuncias penales), mantiene una guerra fría innecesaria con varios permisionarios en la que está la Terminal de Portacontenedores Hipoute SA. A esta empresa el Consorcio Portuario acaba de adjudicar como operador de la Terminal Portuaria en el muelle 2 y se encarga de prestar servicio logístico de la carga de contenedores. Antes TC2, ahora Hipoute SA presentó la oferta por los predios para el desarrollo del comercio exterior con una plazoleta de contenedores, espacio para acumular contenedores vacíos y con el frente de amarre en la sección 8va del muelle de ultramar. Los operadores reclaman el muelle de uso exclusivo como condición para activar nuevas inversiones en el servicio, por ejemplo, las grúas móviles. Pero Merlini no otorgó el frente de amarre… “Es potestad del Consorcio otorgar lo que crea conveniente en función de las necesidades del puerto. Y hoy no hay espacio suficiente para poder entregar ese frente de atraque”, dijo a medios periodísticos Merlini, sin considerar que fueron los contenedores operando los que en los últimos dos años generaron trabajo en la estiba y otros. Todos saben que el puerto era una bomba a punto de explotar y con el trabajo generado por TC2 como se dice vulgarmente «paró la olla» y ocupó a más del 70 % de estibadores cuando no había productos ictícolas para descargar. Ahora el Consorcio le pide al nuevo concesionario sentarse a negociar un camino alternativo.
Aduana ha solicitado que la Terminal Portuaria cuente con frente de atraque para poder habilitar la operatoria del comercio exterior y le pidió al Consorcio que resuelva la situación. La pregunta es : a Merlini, a su coequiper Fernando Rivera (representante de los grandes empresarios pesqueros) y otros del Consorcio, invertirían en una millonaria grúa sin seguridad jurídica y con poco tiempo de concesión? Recordemos que el permiso de uso de Hipoute es por un año y para renovarlo el Consorcio le exige que la Terminal sea habilitada por Aduana.
Algo imposible que ocurra porque el mismo Consorcio que le exige no le entrega el frente de atraque.
Ahora el cuestionado Merlini quiere diálogo, es llamativo y casi imposible en estas condiciones. El Consorcio demostrando una total inoperancia adujo un “error material” en la confección del croquis con la superficie de la Terminal Portuaria para quitarle un sector del área otorgada el día 24 de mayo donde se produce la entrega de la tenencia provisoria de los predios, pero recién el 15 de julio el Consorcio reconoce el “error material”, casi 4 meses después y lo notificó el 1 de agosto.
Luego, el CPRMDP resolvió lo indicado en los Art. 1o a 11o de la Resol. y Directorio CPRMDP No 315-05/2019 del 21/05/2019. En esta Resolución, queda claro que el total de la superficie sobre la cual se
concedió el Permiso de Uso se componía de 12688 m2 (con destino a Terminal Portuaria)
más 3680 m2 (usados como Plazoleta Operativa) y más 6664.01 m2 (con destino a depósito
de contenedores vacíos). En total se consideraba una superficie total de 23032.01 m2.
Que el día 24/05/2019 se produce la entrega de la Tenencia Provisoria de
los predios, lo cual se acredita con el Acta que suscribe Merlini.
Es decir, que entre el llamado original (que de acuerdo con el punto “b” de la
mentada Resolución del Directorio CPRMDP No 315-05/2019 del 21/05/2019 se publicó
en medios escritos locales los días 2, 6 y 7 de Marzo de 2019 y en el B.O. del 12/03/2019) y
la Resolución cuya revocatoria se plantea en el presente (Resol. del Directorio del CPRMDP
317-13/2019 de fecha 15/07/2019), pasaron más de cuatro (4) meses.
El acto cuya revocatoria se solicita no sólo es extemporáneo habida cuenta
del tiempo transcurrido (algo que la administración pretende soslayar y maquillar
afirmando falsamente que se trata de un “error material” aplicando así las previsiones del
Art. 115 del Decr. Ley 7647/70) sino que la vigencia del acto a revocar infiere una lesión a
la Permisionaria en cuanto al derecho acordado, aún cuando el mismo sea conferido con
carácter transitorio, precario, revocable y oneroso.
La situación se agrava cuando la razón esgrimida para dar nacimiento a la existencia del alegado “error material” a prima facie es falsa.
El primero ocurre al momento de otorgar la Tenencia Provisoria
por un total de 23032.01 m2 con fecha 24/05/2019, sin mencionar la existencia de error
alguno.
El segundo de ellos queda conformado por el pago de los cánones y demás
conceptos que se determinaron en el Art. 3o del Acta de Tenencia Provisoria, lo cual ha
quedado acreditado mediante la emisión de las facturas de ese CPRMDP A-00003-
00082142, A-00003-00080999 y A-00003-00080998, de donde surge el pago por una
superficie total de 23030.01 m2.
Ningún reparo opuso el CPRMDP al momento de la percepción. Tampoco ha
emitido documento alguno en donde manifieste su voluntad de reintegrar suma alguna, ni
al momento de la percepción ni al momento de admitir el supuesto “error material”.
La Permisionaria ve una IRRAZONABILIDAD DE LA MEDIDA QUE SE PRETENDE REVOCAR y HACE
RESERVA DE DENUNCIA PENAL.
Hipoute S.A (como muchísimos) se hartó de las dolosas y sistemáticas maniobras realizadas por Martín Merlini con el solo fin de perjudicar a la Permisionaria y dicha sociedad acudió a la justicia.
Lo que Merlini llama errores para Hipoute es malidicencia.
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