La fuerza que produce el movimiento de los mares aparece como un verdadero proveedor inagotable de energía.

La undimotriz forma parte de las investigaciones, pero también se puede contar su prima, la maremotriz, que se vale de las subidas y bajadas de las mareas mediante el uso de turbinas.

Las investigaciones científicas undimotrices en curso en países como Italia, Rusia e Inglaterra llevan alrededor de 20 años, lo cual ubica a la Argentina (de la mano de desarrollos como el de GIMAP) en un muy buen lugar para competir a nivel mundial en términos de avances científico tecnológicos.

Energía undimotriz en el Puerto de Bahía Blanca

Se trata de un proyecto de investigación que se propone utilizar la fuerza producida por las olas para alimentar sensores en boyas flotantes en el estuario del sur bonaerense.

En febrero, se llevó a cabo la tercera aplicación sobre boyas de balizamiento ubicadas en el Canal Principal del estuario de Bahía Blanca, las cuales se emplean como indicadores para el tráfico marítimo de los puertos Cuatreros, Galván, Ingeniero White, General Belgrano y Rosales. Actualmente dichas boyas utilizan linternas led alimentadas mediante pantallas solares incluidas en la linterna, lo cual dificulta su provisión energética en días nublados o de tormentas.

Esta innovación es llevada adelante por el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca en conjunto con la Universidad Tecnológica Nacional de Bahía Blanca y el CONICET a través del Grupo de Investigación en Multifísica Aplicada (GIMAP), centro de múltiple dependencia CIC-CONICET-UTN. El diseño también estuvo a cargo de investigadores locales del IADO.

“Es una tecnología difícil de desarrollar porque el mar es muy hostil y puede destruir fácilmente las máquinas”, comentó Franco Dotti, doctor en ingeniería de la UTN de Bahía Blanca.

Luego, agregó que este puede ser el primer paso para pensar una aplicación a gran escala: “Con la energía de las olas se podrían iluminar ciudades”.