- Economía y Mercados

Transporte intermodal de mercaderías.

Los puertos bonaerenses de La Plata y Bahía Blanca, y el chaqueño de Barranqueras, firmaron en la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante un “convenio marco de colaboración” por dos años de duración para promover el transporte intermodal de mercaderías, aumentar el uso de las vías navegables para el movimiento de las cargas y reducir la huella de carbono al utilizar el modo fluvio-marítimo, el menos contaminante de todos.

 

Puerto Bahía Blanca                                                Puerto Barranqueras

El convenio en uno de sus considerandos estipula que “se entiende prioritario por las autoridades nacionales, autoridades portuarias provinciales, empresas logísticas, transportistas y dadores de cargas reducir los costos logísticos en general”

El acto fue encabezado por el subsecretario nacional de Puertos, Mariano Saúl, y los presidentes de los Consorcios portuarios bonaerenses José María Dodds de La Plata, Miguel Donadío de Bahía Blanca y Roberto Benítez  por Barranqueras, Chaco.

Al tratarse de un convenio entre los entes público y el sector privado también participaron los empresarios concesionarios de las terminales y plazoletas de cada uno de los puertos públicos: Bruno Porchietto, por TecPlata (La Plata); Cristian López, por Patagonia Norte (Bahía Blanca), y Raúl Guex, de la Plazoleta de Consolidación y Movilización de Contenedores de Barranqueras

Del convenio firmado  surge como solución logística “un corredor fluvial entre los puertos de La Plata y Barranqueras”, por un lado, y un “corredor marítimo entre los puertos y de La Plata y Barranqueras”, donde participarán además como centros de ruptura y transferencia de cargas los modos camionero y ferroviario.

Si bien los corredores de transporte son “naturales”, su aprovechamiento depende exclusivamente de la logística, esto es, planificar y acordar entre los actores involucrados que por ese corredor fluyan las mercaderías.

Esto es un desafío que implica un acuerdo político (por las diferentes jurisdicciones involucradas), una cooperación entre empresas proveedoras del servicio de estiba y transporte, y por último la confianza de la carga en que el corredor tendrá “regularidad”.

El convenio hace  referencia al “cambio climático” y a la ratificación hecha por la Argentina del “Acuerdo de París”, a través de la ley 27.270,  acerca de realizar el mayor esfuerzo para reducir las emisiones de gases contaminantes, siendo el   transporte uno de los mayores “contribuyentes” al cambio climático, previendo en el documento  que con una mejor planificación de los modos empleados permite reducir la huella de carbono en un corredor como éste que une tantos kilómetros, y que limitaría el uso del camión en favor del transporte fluvio-marítimo.

Entre los compromisos acordados, se destaca “que un porcentaje significativo de las cargas de cabotaje que en la actualidad se transportan por camión utilicen los beneficios de la vía fluvial y/o marítima, a fin de reducir costos y la huella de carbono”.

El convenio coloca a las autoridades portuarias en  promotores “de la interacción comercial de los tres polos productivos y de consumo que rodean a cada uno de ellos, acercando de tal modo el norte argentino, al centro y sur de la provincia de Buenos Aires” asumiendo el sector público un rol netamente comercial que tendrá que idear las formas más convenientes para el éxito de esta iniciativa que se firmó, facilitando todo lo concerniente a las cargas , eliminando los trabas burocráticas que ralentizan las operatorias logísticas.

La conexión con el puerto  Barranqueras jugará un rol fundamental favorecido por el trazado ferroviario que  conduce bien hacia el oeste del norte argentino, y esto será clave para que el intermodalismo tome vida, transportando carga por tren y transbordándola a barcazas.

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