- Economía y Mercados

Transporte marítimo: Como adecuarse a los nuevos retos

El transporte marítimo comenzó el 2020 con muchos retos y aunque ya venía preparándose para muchos de esos cambios que debía afrontar, pero el impacto por el COVID-19 que han sufrido las empresas del sector, al término del primer trimestre del año, ha hecho que se generen expectativas distintas a las proyectadas.

Las empresas de transporte marítimo acataron las nuevas regulaciones en materia de sostenibilidad ambiental impuestas por la OMI. Esto implicó que muchas navieras escogieran entre modernizar sus buques con sistemas de depuración de gases, cambiar al uso de combustibles más eficientes o instalar tecnología marítima sostenible en sus flotas, con la intención de garantizar su operatividad sin contratiempos, a partir del 1 de enero de este año,  aunque se vio complicado su implemetación por la escasa oferta de ese tipo de carburante.

Además  las navieras vieron una reducción en la disponibilidad de contenedores, a raíz del cierre de puertos y fábricas en China, sumado a la cancelación de rutas y el cumplimiento de cuarentena de los buques en puertos, como medidas  preventivas contra el virus en algunos países.

El Consejo Marítimo Internacional y del Báltico (BIMCO)  si bien  proyecta una baja en el transporte marítimo durante todo el 2020, indicó que los gobiernos de los países afectados por el COVID-19 “deben prepararse para una eventual vuelta a la normalidad” por lo que plantea que se tomen medidas de estímulo económico para empresas y particulares.

En su análisis estima que China ya ha recuperado el 75% de su capacidad productiva, tras sufrir una recesión importante debido al brote originario del virus en su país, a finales del año pasado, pero pese a esta recuperación, BIMCO prevé un desequilibrio entre oferta y demanda, a causa del distanciamiento social, cierre de fronteras, cierre de empresas y comercios, etc., por parte de los socios comerciales de China, que son los mercados que ahora se están viendo afectados por la pandemia.

De los posibles escenarios de recuperación de la industria del transporte marítimo, la base  está en que la contención global del virus sea hasta dentro de 6 meses. En función de esa probabilidad es factible pensar que China ya estará al máximo de su capacidad productiva y con inventario suficiente para ayudar a la recuperación rápida de otros mercados, lo que lleva a hacer suponer que el repunte de este sector será a partir del último trimestre del año.

Otro factor que genera expectativas en lo relacionado al transporte marítimo para este año, teniendo en cuenta que previo a la pandemia estaban observando una complicación basada en las recargas por combustible que las navieras han estado aplicando desde el año pasado, debido a factores como la variación de costos operativos entre barcos con depuradores versus aquellos obligados a usar combustible de bajo contenido de azufre, afectados además por la escasez de barcazas de bunkering que no logra satisfacer la demanda de ese tipo de combustible y lo que se espera sea solucionado a la brevedad, y que eso influya en el costo de las tarifas.

Si bien no todo es culpa del COVID-19, su existencia ha tenido gran influencia en los cambios que han sufrido las empresas del sector. Los pronósticos no son perfectos por lo que la esperanza está puesta en que, más temprano que tarde, se erradique el virus para que la economía mundial y especialmente la marítima, comience a recuperarse.

Remarcando que la economía  marítima «sola»  mueve el 90% del comercio en el mundo y eso es lo que hace posible la recuperación de la economía global.

 

 

Fuente: Cargofive

Comentarios