Desde el Partido Mar del Plata Puerto manifestaron “muchísima preocupación” frente a una apertura anticipada de los distintos caladeros de calamar en la plataforma marítima argentina y también por un escenario complicado que “afecta a miles de puestos de trabajo y está dejando fuera del eje productivo pesquero a la Provincia de Buenos Aires”
Aseguran que el resultado de la captura se ve afectado durante los últimos años de manera sistemática y confirmada por los partes de Pesca en la clasificación por tamaño de estos moluscos. Destacan de esos registros un alto porcentaje de captura de juveniles con peso inferior a 100 gramos, por debajo del promedio, lo que significa que no se le permite su desarrollo.
Desde la fuerza que encabezan Daniel Sosa, Carlos Sepúlveda y José Ibáñez reclaman que se dé tiempo a la especie para que la pesca se concrete recién cuando la especie logre un promedio de 300 o 400 gramos por calamar. “Esto multiplicaría por tres el volumen de descargas generando mayor mano de obra y mejores divisas para el país, además de darle a la especie la posibilidad del desove y así proteger el recurso”.
Sepúlveda, Sosa e Ibañez de Mar del Plata Puerto.
Recuerdan que si bien se trata de un ciclo breve de vida, cuanto más ejemplares lleguen a adultos más desovan, lo que derivaría en mejores niveles de reproducción que darían mayor seguridad sobre las campañas del año próximo para la especie. “Más allá de los informes científicos, que muchas veces no son escuchados por las autoridades, la realidad la tienen las descargas en los muelles”, insisten.
En cuanto al trabajo que se genera recuerdan que durante la temporada 2021 se efectuó una apertura prematura de las zonas de pesca “por acción de lobbies que integran algunos empresarios”. La consecuencia, dicen, fue el impacto negativo en la descarga de congelado en nuestro Puerto marplatense con respecto al 2020.
En cuanto a este año, frente a buques que eligieron hacer sus descargas en los puertos de Santa Cruz y Chubut y relegaron a Mar del Plata solo para la etapa final de la campaña del calamar, anticipan que el resultado “será peor” para la ciudad y su oferta de trabajo.
A modo de ejemplo plantean que con cada descarga de barco pesquero se ocupa y aseguran ingresos para 60 a 90 operarios de la estiba de manera directa, más servicios de grúas, camiones y logística en general. Y con procesamiento en tierra, también a personas que trabajan en plantas y frigoríficos, donde se acopian los productos esperando su exportación.
Desde el partido Mar del Plata Puerto afirman que Mar del Plata ya tiene reducidas las fuentes de trabajo históricas por el procesado de merluza que hoy se desembarca en gran volumen en Santa Cruz y el langostino que no llega a la provincia de Buenos Aires ni en cuota social, además del variado costero que merma año a año.
“Esta realidad de la industria madre de Mar del Plata exige un urgente análisis y toma de decisiones, pero también mayor control en el límite de las 200 millas”, reclaman desde esta fuerza para no quedarse en un estado de situación actual que “afecta a miles de puestos de trabajo y está dejando fuera del eje productivo pesquero a nuestra Provincia de Buenos Aires”.
Desde este espacio convocan a todos los sectores de la industria y dirigentes políticos de la ciudad y la zona a “unirse sin banderías”. “Es necesario que todo el arco político defienda a la industria pesquera bonaerense, que se encuentra seriamente comprometida y perjudicada para el futuro”, aseguraron.
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