Parece que alguien en Prefectura negoció brindarle el servicio de seguridad al colegio ubicado en la av. Jorge Newbery (continuación de Alem y av. Edison) casi llegando al Golf de los Acantilados, a cambio de obtener aulas para dar los cursos a los aspirantes a marineros.  Vale aclarar que está bien un intercambio de servicios entre las dos instituciones estatales.

Pero «quizás el espacio físico se pudiera usar para otro fin», así con esas palabras manifiestan los aspirantes al título que los habilite para desempeñarse como marineros.

Hoy  los cursos se dictan en la zona portuaria (lugar natural). Casi todos los estudiantes, con mucho esfuerzo, concurren a recibir las clases después de sus trabajos o directamente no tienen, y se les hace muy engorroso el traslado a casi 9 km para lo cuál tienen que tomar  dos colectivos de línea para llegar, lo que significa entre ida y vuelta en marzo $80 por día, a lo que hay que sumarle el tiempo de espera, los colectivos en esa zona tienen una frecuencia de 1 hora entre servicios. Y aquellos que poseen movilidad, el combustible también les arruina el bolsillo.

«Que difícil nos la hacen a los que queremos estudiar, progresar, nadie piensa en la gente» manifiestan.